Se incendió frente a las costas de Países Bajos. Mercedes Benz y BMW, dos de las marcas que más autos llevaba el Fremantle Highway. De las 3783 unidades, 498 eran eléctricos; el fuego se habría iniciado por las baterías de litio.
El carguero Fremantle Highway ardió durante cinco días. Desde los helicópteros se lo filmó y se lo fotografió casi sin pausa. Las llamas bajaron, apenas el humo quedó flotando y comenzó la operación para arrimarlo a un punto aislado de la costa holandesa durante las primeras horas de esta semana.
Por momentos fue incontrolable, porque a bordo no había una carga más: el barco transportaba 3.783 autos nuevos, incluyendo 498 vehículos eléctricos, desde Bremerhaven, en Alemania, a Singapur. Los esqueletos de varios de ellos se podían ver en las secuencias de imágenes.
Las llamas dejaron un desastre en todo sentido. Uno de los 23 tripulantes muerto, decenas de vehículos destrozados y el impacto ambiental que este tipo de sucesos torna inevitable, esta vez en una de las rutas de navegación del Mar del Norte, a unos 27 kilómetros de la costa neerlandesa más septentrional.
Los bomberos decidieron no apagar las llamas con agua por temor a que el barco de casi 200 metros (656 pies) se tornara inestable mientras flotaba, por eso se utilizaron otro tipo de mecanismos y productos. El buque, de bandera panameña, era del tipo Ro-Ro (de la expresión en inglés “roll-on/roll-off”), que describe el tipo de embarcaciones que transporta cargamento rodado, ya sean automóviles, camiones o incluso trailers o vehículos industriales.
El carguero Fremantle Highway llegó antes de lo esperado a un ancladero ubicado a 16 kilómetros (10 millas) al norte de las islas holandesas de Schiermonnikoog y Ameland, gracias a corrientes a favor, indicó el Ministerio de Infraestructura y Gestión del Agua. Un equipo de rescate planea abordar el barco en llamas «lo antes posible» para realizar una inspección, agregaron los funcionarios públicos.
“El puerto final aún no se conoce. Depende en parte de la situación a bordo del buque de carga, las condiciones climáticas esperadas y un puerto disponible con las instalaciones adecuadas”, dijeron las fuentes.
Un vocero de K Line, la compañía que operaba el carguero, dijo que «existen muchas probabilidades de que el incendio se iniciara en los coches eléctricos», aunque remarcó que todavía hay que investigar la causa. Estos vehículos poseen baterías de iones de litio, que son extremadamente difíciles de extinguir una vez que comienzan a arder.
Los remolcadores Fairplay 30, Guardian y Hunter escoltan al mercante, en un amplio operativo en el que también participan el buque de salvamento Multrasalvor 4, y los de descontaminación Arca y Hurricane, este último de Alemania, añade la Guardia Costera. Monitorean la situación, incluso mientras el barco está en movimiento, junto a aeronaves de Países Bajos. «Tan pronto como la situación a bordo del Fremantle lo permita, queremos remolcarlo a un puerto todavía por determinar. Todavía no se sabe cuál será», aclararon las autoridades de Países Bajos.