Una empresa australiana lo está fabricando, tendrá 130 metros de largo, capacidad para 2.100 pasajeros y 225 vehículos.
La compañía de transporte marítimo Buquebus contrató a la constructora australiana Incat Tasmania para que fabrique el Utility Pro-Pox, que estará listo para unir Buenos Aires con Montevideo a partir de 2025.
La embarcación tendrá dimensiones sorprendentes (130 metros de largo y 32 metros de ancho) y una capacidad para transportar 2.100 pasajeros y 225 vehículos a bordo, lo que lo convertirá en el barco más grande del mundo.
Cuenta con dos motores eléctricos, uno de 5 MW y otro de 9,6 MW de potencia. Además, será propulsado por un sistema de baterías de 40 MWh de última generación. Es el de mayor tamaño instalado en un barco, ya que multiplica por cuatro a los sistemas de mayor envergadura en el transporte marítimo de la actualidad.
Al comienzo del proyecto, la compañía australiana tenía pensado que fuera propulsado por Gas Natural Licuado. Sin embargo, los responsables de Incat Tasmania decidieron que el transbordador operara con dos motores eléctricos, con una autonomía estimada de 100 kilómetros con carga completa.
La empresa constructora destacó que para la construcción del buque decantaron aluminio con el fin de reducir a la mitad el peso del ferry en comparación con una embarcación de idénticas características. Esto le permitirá navegar a una velocidad de 25 nudos, el equivalente a 46 k/h, incluso con el 100 % del espacio de carga.
No hay precisiones oficiales sobre el costo de este barco, aunque algunos medios europeos publicaron que el contrato entre Incat Tasmania y Buquebus alcanza los 130 millones de dólares.
Vale la pena destacar que el Utility Ro-Pax contribuye con los objetivos globales de reducir la contaminación y las emisiones de C02, ya que el sector marítimo contribuye en aproximadamente un 3% de las emisiones en el mundo.
La Organización Marítima Internacional quiere rebajar las emisiones para 2025 en un 30% y en un 40% para 2030. Por otra parte, estos barcos eléctricos poseen un menor mantenimiento, lo que concluye en costos inferiores.
Cuestión de peso
Todo el sistema mecánico de un barco con motores tradicionales y depósitos de combustible incluidos, pesa alrededor de 500 toneladas, mientras que el equipo de baterías del nuevo ferry pesa unas 400 toneladas. Ello supone una rebaja muy importante que contribuye no sólo en el rendimiento de la embarcación sino también en la reducción de emisiones.