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    ¿Qué tener en cuenta para lubricar el chasis?

    Mobil brinda una serie de recomendaciones para realizar una correcta lubricación que puede significar una inversión estratégica y una mejora en el funcionamiento del vehículo.

    En el mantenimiento de autos y camiones livianos, la lubricación del chasis cumple un rol determinante para preservar componentes clave, reducir el desgaste y minimizar el riesgo de fallas prematuras. Esto se traduce, no sólo en seguridad, estabilidad y confort al conducir, sino también evitar que escalen problemas que deriven en reparaciones costosas.

    Desde MobilTM se comparten buenas prácticas, soluciones y recomendaciones para mantenerse informado acerca de la mejor lubricación en cada componente de un vehículo como -en este caso- el chasis.

    La lubricación más que un mantenimiento es una inversión estratégica. En el caso del chasis, el tipo de lubricación más recomendable es con grasas lubricantes, que aplicándolas correctamente en puntos críticos —como rótulas, crucetas, bujes y pernos— crean un sello protector que garantiza mayor durabilidad, previene la corrosión por exposición a humedad o suciedad.

    La grasa también cumple otras funciones fundamentales como reducir la fricción y el desgaste en diversas condiciones de funcionamiento, proteger contra el óxido y la corrosión, evitar que el polvo, el agua y otros contaminantes penetren en las piezas lubricadas. Por otra parte, debido a su consistencia, no gotea y permanece donde sea necesario en las piezas lubricadas. Además, permiten el libre movimiento de las piezas móviles a bajas temperaturas y se pueden bombear fácilmente a estas temperaturas.

    Elegir la grasa adecuada

    Existen diversos tipos de grasas, cada una formulada para responder a condiciones específicas de trabajo. Entre ellas, la grasa de litio se destaca por ser una de las más comunes y versátiles, ideal para aplicaciones en autos y camiones livianos e industrias en general. Su excelente resistencia al agua y a la oxidación la convierte en una opción confiable para entornos exigentes y variados; siendo una elección preferida por su equilibrio entre rendimiento, durabilidad y costo, especialmente en el mantenimiento de chasis automotrices.

    Una lubricación adecuada debe considerar el tipo de operación y las condiciones ambientales. Se pueden usar engrasadores manuales, bombas neumáticas o sistemas automáticos.

     Señales a tener en cuenta

    Detectar señales como ruidos anómalos, vibraciones o desgaste irregular es fundamental para actuar a tiempo y llevar el vehículo al taller de confianza. En conclusión, una política de lubricación efectiva es una herramienta que protege la inversión, optimiza el rendimiento y avanza hacia una operación más eficiente y sostenible.

    La correcta selección y aplicación de grasas no sólo reduce costos de reparación, mejora el comportamiento de suspensión y dirección, y disminuye el consumo de combustible, sino que también minimiza los tiempos de inactividad, un factor crítico para los clientes de autos y camiones livianos como para las flotas de transporte.

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