Dos unidades del Taycan 4 Cross Turismo consiguieron completar un viaje extremo de 2.783 kilómetros, desde el punto natural más bajo de China hasta la cima de una de las rutas más altas del mundo.
Como la 66 en Estados Unidos o la 40 en Argentina, la 219 es una aventura en sí misma dentro del territorio chino. Se la reconoce a nivel mundial, en especial entre aquellos que detectan un desafío y van irremediablemente hacia él.
“Gran altitud, delgado, aire seco congelado; luz solar intensa, vientos huracanados con sensación térmica bajo cero durante cientos y cientos de kilómetros. China National Highway 219 (G219) es una verdadera aventura”, tal cual la presentan en los mapas ruteros de China, cuya frontera suroeste es delimitada por esta traza.
Pero esta nota no es de esa autopista. O sí. Es de ese extravagante lugar en el mundo, pero especialmente del doble récord Guinness que Porsche consiguió allí con dos unidades de su Taycan 4 Cross Turismo: el de mayor desnivel realizado por un vehículo eléctrico (5.574 metros) y el de mayor altitud alcanzada por un vehículo eléctrico (5.355 metros sobre el nivel del mar).
¿Por qué esa diferencia? Porque esta aventura encarada por la marca alemana comenzó a 218,8 metros bajo el nivel del mar, en el lago Ayding, el punto natural más bajo de China. Luego de 10 días y 2.783 kilómetros, el equipo se coronó en la cima del Hongtu Daban, en el Tibet, con el Himalaya como testigo.
La ruta Xinjiang-Tíbet presenta regiones desoladas que desafían los límites mismos de la supervivencia, con un clima extremo que se combina con unas condiciones complejas del terreno y de la carretera y además cambiantes.
Con muchos riesgos predecibles -e impredecibles- a lo largo del camino, este espectacular viaje demostró plenamente la capacidad todoterreno, el confort en largas distancias y la sólida fiabilidad del Taycan 4 Cross Turismo: tracción total, 476 CV de potencia, hasta 488 kilómetros de autonomía y un modo de conducción Gravel para el off road.
Más que un reto extremo, uno de los objetivos de esta épica aventura eléctrica era inspirar a los conductores para que pensaran en «mejores viajes por carretera»: experiencias más inmersivas, más naturaleza salvaje, más recuerdos y conducción sin emisiones. También fue una oportunidad para mostrar cómo las posibilidades de viajar de forma sostenible en un deportivo se ampliarán a medida que el mundo avance hacia un futuro más electrificado.
El cambio de altitud récord de 5.574 metros trajo consigo cambios drásticos de temperatura, presión atmosférica, condiciones geológicas y otras sorpresas del mundo natural. Gracias a su tremenda capacidad de adaptación, los dos deportivos Taycan 4 Cross Turismo que emprendieron el viaje fueron capaces de afrontar cada reto. Desde temperaturas de 70°C hasta caminos helados y congelados.
La hoja de ruta tuvo puntos de conexión que iban redoblando el desafío: el Gran Cañón de Tomur, el bosque de álamos de Tarim, la autopista del desierto de Sansha, la autopista Dukou-Lunque y la autopista nacional G219, así como muchos más caminos de tierra y ripio traicioneros.
En los viajes largos, la autonomía verdadera vale más que simplemente una cifra alta. Esto resultó especialmente cierto en la meseta, donde el tiempo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Los vehículos recorrieron las cuatro estaciones del año en 10 días. Una de las razones por las que la autopista G219 es tan intimidante es su terreno accidentado, que consume mucha energía.
Aún más sorprendente, cuando el equipo condujo por zonas de más de 4.000 metros de altitud, la autonomía aumentó gradualmente, ya que la recuperación de energía -de hasta 275 kW- entró en juego en el largo descenso, ayudando a los vehículos a llegar más lejos.
La ruta Xinjiang-Tíbet no sólo presenta desafíos geográficos, sino también un entorno de recarga poco ideal. Los diversos puntos de carga de CC y CA a lo largo del camino varían de 120 kW a 22 kW.
En las montañas Kunlun y Tianshan hay un tramo de tierra de 760 kilómetros que tardaron cuatro días en atravesar. Ahí, más que nunca, fue necesario un sistema de respaldo con un camión-generador que proveía energía eléctrica al Taycan Cross Turismo.
Además de encontrarse con lluvias repentinas y nevadas inesperadas, los vehículos se enfrentaron a cuatro picos consecutivos con una altitud de más de 4.900 metros. Pero incluso en condiciones tan duras, el sistema inteligente de gestión térmica garantizó la temperatura óptima de funcionamiento de los componentes del vehículo y permitió al Taycan mantener un alto nivel de eficiencia de carga.
Nada detuvo al convoy alemán. Ni el vasto e ilimitado desierto de Gobi, las majestuosas montañas nevadas, los espesos bosques de álamos, los vibrantes y húmedos pantanos y los singulares accidentes geográficos de Yadan y Danxia. Tampoco la arena caliente, el viento y la lluvia. Todo en apenas 10 días y de -218 a 5.355 metros sobre el nivel mar.