El país tiene unos 35.000 kilómetros de caminos exclusivos para el uso de los ciclistas. Ahora van a aprovechar ese recorrido para darle un uso energético.
Una solución con múltiples beneficios. ¿Es cuestión de dinero? ¿O de proyección y ejecución? La movida tiene todo a favor. Y en los Países Bajos, uno de los países que mayor importancia le da al uso de la bicicleta y más invierte en energías renovables, lo tienen claro.
La red de ciclovías en ese país europeo alcanza los 35.000 kilómetros y esa extensión tiene su uso, desde ya, por el hecho de permitirle a los ciclistas transitar por un camino seguro y en condiciones. Pero no deja ser, por momentos, un terreno con margen para otros usos.
El proyecto, conocido como Wattway, tiene como objetivo cubrir diferentes tramos de ciclovías con unas placas solares específicas, las que se destacan por su durabilidad y resistencia.
Se trata de unidades pensadas para soportar el paso continuado de ciclistas, por lo que el recubrimiento fue testeado en diferentes tipos de condiciones y escenarios. Además, disponen de un tacto un tanto rugoso para evitar accidentes.
La ciudad de Utretcht, conocida por contar con el parking de bicicletas más grande del mundo, también disfrutará de este servicio.
El aprovechamiento de este espacio tiene como objetivo evitar la instalación de granjas solares en el campo. Mediante este sistema, se busca conseguir un doble objetivo: impulsar el uso de la bicicleta y, adicionalmente, poder obtener un rédito en lo que se refiere a la generación de energía mediante una fuente sostenible.
Además, la instalación de placas fotovoltaicas en los carriles permitirá dar cobertura a servicios públicos que requieren de un suministro eléctrico continuo: estaciones de carga para bicicletas eléctricas, alumbrado público y señalización de marquesinas de transporte público, entre otros.
Según reporta el sitio especializado hibridosyelectricos.com, este proyecto Wattway toma ahora impulso definitivo luego de varios años de estudio.
