La startup alemana H2FLY fabricó en Eslovenia un avión propulsado por hidrógeno líquido. Desde el aeropuerto de Maribor, el HY4 despegó y voló durante tres horas.
A casi 110 años del primer vuelo comercial de la historia, un nuevo hito aeronáutico puede haber tenido lugar en los últimos días. El tiempo dirá. Aquello ocurrió el 1° de enero de 1914 en el estado de Florida, Estados Unidos, cuando el piloto Tony Jannus hizo despegar y aterrizar, sobre superficie acuática, un servicio comercial que incluso durante varios meses se mantuvo en funciones sobre la Bahía de Tampa llamado «St. Petersburg-Tampa Airboat Line».
El primer pasajero de ese vuelo fue el ex alcalde de la ciudad estadounidense de St. Petersburg, Abram Pheil, quien ganó una subasta por la que pagó 400 dólares. El viaje de casi 30 kilómetros duró 23 minutos, según datos de la Florida Aviation Historical Society, y el avión, un Benoist XIV de dos asientos, mantuvo una altitud de 4,5 metros sobre las aguas de la bahía.
¿Qué pasó 110 años más acá? La compañía alemana H2Fly asegura haber completado con éxito el primer vuelo pilotado de un avión eléctrico propulsado por hidrógeno líquido. Y el hecho tiene una relevancia muy significativa en el mundo del transporte aéreo, ya que el hidrógeno ocupa menos espacio en estado licuado que en estado gaseoso y, además, es más eficiente.
Hasta ahora, los aviones propulsados por hidrógeno parecían estar destinados únicamente a vuelos de corto rango, como servicio de taxi aéreo. Sin embargo, el vuelo experimental de mayor recorrido realizado por H2Fly despegó de Maribor (Eslovenia) y tuvo una duración de más de tres horas, lo que demuestra la viabilidad y el potencial de esta tecnología para vuelos de mayor alcance y duración, según publica el diario español La Vanguardia en su sitio especializado Moveo.
Aplicado a los cuatro vuelos realizados por H2Fly con su aeronave HY4, el hecho de llenar los depósitos del avión con hidrógeno en estado líquido almacenado criogénicamente significa duplicar la autonomía de vuelo. De este modo, el alcance máximo del HY4 llegó a los 1.500 kilómetros, lo que según Josef Kallo, cofundador de la compañía, demuestra «la viabilidad del hidrógeno líquido para vuelos sin emisiones de medio y largo alcance».
«Ahora nos proponemos ampliar nuestra tecnología para aviones regionales y otras aplicaciones, comenzando la misión crítica de descarbonizar la aviación comercial», agregó el directivo.
«Ahora nos proponemos ampliar nuestra tecnología para aviones regionales y otras aplicaciones, comenzando la misión crítica de descarbonizar la aviación comercial»
Josef Kallo, cofundador de H2Fly
El avión usado para realizar el primer vuelo pilotado de una aeronave eléctrica propulsado por hidrógeno líquido es el HY4, un aparato de cuatro plazas de 7,4 metros de largo, con una envergadura de 21,36 metros y un peso de 630 kilogramos, excluyendo la pila de combustible, batería y sistema de almacenamiento.
Alcanza una velocidad máxima de 200 km/h con una velocidad de crucero de 145 km/h. H2Fly está trabajando en una nueva generación de sistemas de pilas de combustible de gran altitud, con la idea de adaptarlas para propulsar aviones eléctricos de hidrógeno con capacidad para transportar entre 20 y 80 pasajeros.
No sólo es por tierra o agua la búsqueda de alternativas a los combustibles fósiles. La aviación representa un 3% de las emisiones totales de dióxido de carbono, pero las aerocomerciales se preparan para cumplir con el ambicioso objetivo de cero emisiones que la Unión Europea pretende alcanzar en el año 2050.