El Rimac Nevera consiguió una marca histórica gracias a los 1.914 CV de potencia de sus cuatro motores para alcanzar un ritmo inimaginable.

No es una novedad para el Rimac Nevera batir récords, pues logró alcanzar 23 en un sólo día. Pero ahora sorprendió con un logro totalmente novedoso al convertirse en el coche más rápido del mundo circulando marcha atrás.

La conducción en reversa funciona normalmente a bajas velocidades para poder realizar maniobras lentas como estacionar con precisión. Sin embargo, el modelo de Rimac ha conseguido alcanzar una velocidad que el 99% de los coches del mundo no logra ni soñar yendo hacia adelante: 275,74 km/h.

Para conseguir semejantes prestaciones es fundamental la configuración eléctrica de este hiperdeportivo que está equipado con cuatro motores independientes, uno por rueda, que erogan una potencia de 1.914 CV para ir en cualquiera de las dos direcciones.

El vehículo que logró la marca histórica es una de las 12 unidades de los Rimac Nevera Time Attak Edition que se fabricaron para todo el mundo.

El único impedimento para hacer que un auto marcha atrás vaya tan rápido como hacia adelante se encuentra en el factor humano: no es sencillo alcanzar dichas velocidades en el sentido contrario al habitual.

El responsable de ponerlo a prueba fue el piloto Goran Drndak, quien explicó que “durante la carrera, definitivamente tomó algo de tiempo acostumbrarse. Estás mirando hacia atrás viendo el paisaje alejarse cada vez más rápido, sintiendo tu cuello tirado hacia adelante en casi la misma sensación que normalmente tendrías al frenar con fuerza”.