El periodista y motociclista «Gato» Barbery y su compañero Julio Quiroga realizaron el difícil sendero de los baqueanos Lima Y Araya, por primera vez en dos motos de enduro, para conmemorar el 50º aniversario de la Tragedia de Los Andes y plasmar el recorrido en una serie de documentales
El 13 de octubre de 1972 sucedió la caída del avión Fairchild FH-227-D de la Fuerza Aérea uruguaya que transportaba a un equipo de rugby y algunos de sus familiares desde Montevideo hasta Santiago de Chile. El accidente y la supervivencia de un grupo de jóvenes quedó en la historia como la Tragedia de Los Andes.
Todo quedó plasmado en el libro “Viven” que también tuvo su versión cinematográfica. Una nueva película se lanzó hace poco, “La sociedad de la nieve”, que tiene varias nominaciones al Oscar y es un gran hit en las plataformas de video.
Para el 50 aniversario de este famoso accidente, los motociclistas Julio Quiroga y “Gato” Barbery organizaron la “Expedición Acerbis” que consistió en recorrer el difícil sendero que los baqueanos Lima y Araya (este último abuelo del guía de la expedición) abrieron desde el puesto Araya (a 77 km del Sosneado, provincia de Mendoza) hasta el punto de caída del avión, para ir a rescatar el cuerpo de uno de los fallecidos en el accidente a pedido de su familia.
Así fue que por primera vez se logró completar con dos motos de enduro el camino original de los baqueanos, cruzando los seis arroyos (en la ventana de tiempo para evitar crecidas por el deshielo y nevadas). La expedición llevó tres durísimos días para lograr el objetivo de subir, hacer cumbre en el santuario y volver a bajar.
Este recorrido se hace habitualmente a pie o a lomo de mula y caballos criados en la montaña. Subir en moto representó un desafío enorme en lo físico, técnico y mental , por el terreno plagado de enormes piedras, las pendientes y la altura (unos 3600 metros en los restos del avión). Las motos hicieron un promedio de solo 2km por hora (mucho más lento que un caballo o un ser humano caminando).
En estos tres capítulos podrán apreciar el impactante y complicado paisaje del lugar y el desarrollo de este humilde homenaje que la Expedición Acerbis hizo a todos los involucrados en la Tragedia de Los Andes 50 años después.
