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    Embarazo y conducción: recomendaciones para no correr riesgos

    Las mujeres embarazadas pueden conducir vehículos normalmente, pero es necesario que tengan en cuenta algunos aspectos para evitar lesiones en su cuerpo y en el bebé que están gestando.

    La estadística marca realidades ineludibles. En diferentes análisis clínicos sobre siniestros de tránsito sufridos en mujeres embarazadas se pudo determinar que la causa más importante de pérdida fetal es la gravedad de las lesiones maternas sufridas por impactos contra el volante o plancha de instrumentos en el momento del choque. Esta situación se genera aún en colisiones de menor magnitud por encontrarse la panza de la mujer muy cerca de dispositivos que podrían generar lesiones sobre la misma.

    La utilización del cinturón de seguridad disminuye considerablemente las mencionadas lesiones sobre el cuerpo de la mujer ya que las presiones sobre el cuerpo, producto de la cinta, en la zona abdominal y en el pecho son muy inferiores a las que soportaría frente al volante o la plancha e abordo.

    El airbag, por otra parte, es fundamental -y no contraproducente como muchas veces escuchamos- ya que en estos casos protegería también a la madre y a su futuro bebé siempre que la distancia con la mujer sea de 20 o 25 centímetros como mínimo y siempre que el airbag situado en el volante no se dirija directamente hacia el vientre sino que lo haga

    Vale la pena destacar que en el primer trimestre el embrión está formándose y es muy susceptible de ser dañado ya que tiene mayor posibilidad de desprenderse de la pared uterina. En los últimos tres meses del embarazo, el volumen del útero es mayor por ende tiene una gran influencia en desaceleraciones como las frenadas o las generadas en un impacto. Por otro lado, es más difícil mantener una distancia adecuada con los elementos que podrían lesionarla, como lo es el volante.

    Consejos para cuidar las dos vidas

    Es sumamente importante que las embarazadas aprendan a colocarse correctamente el cinturón de seguridad. Para ello, se deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones elaboradas por CESVI ARGENTINA:

    • La banda inferior pélvica (la cinta horizontal) del cinturón debe quedar lo más baja posible y bien ceñida a la pelvis, y nunca sobre el estómago ni el vientre. La panza debe quedar libre para que, en caso de choque, el cinturón actúe sobre la pelvis y no sobre el útero directamente.
    • La banda superior toráxica (la cinta vertical oblicua) del cinturón debe bajar cruzando el centro del hombro izquierdo entre los senos y sobre el esternón, evitando que quede situada encima de únicamente uno de ellos. Luego, acomodarlo por sobre las costillas derechas por fuera del vientre para que no ejerza presión sobre éste.
    • Ambas cintas del cinturón de seguridad (para que éste cumpla correctamente su función) no deben quedar nunca holgadas. Si así lo hicieran pueden llegar a producir daños al deslizarse sobre el abdomen.
    • No usar jamás almohadones sobre el asiento, detrás de la espalda, ni la banda superior del cinturón bajo el brazo o la axila.
    • Si el cinturón pasa por encima de algún elemento rígido (una birome o un celular) puede ser muy peligroso en un impacto ya que magnificaría la presión en ese punto producto de la tensión del cinturón de seguridad.
    • En caso de que la embarazada sea quien conduzca el vehículo, regule la butaca lo más atrás posible en la medida que obtenga una posición cómoda de conducción evitando posturas que mantengan demasiado cerca la panza del volante o del tablero de instrumentos. En el caso de poder regular la posición del volante éste debe estar ubicado lo más alto posible evitando el enfrentamiento con el vientre.

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